Como estaba previsto, el grupo de asistentes nos concentramos a las diez y media en la entrada al recinto.

A continuación asistimos a la Santa Misa, oficiada por el prior de la Orden Benedictina, que es la encargada de la abadía y la basílica, y en la que intervinieron las extraordinarias voces de la Escolanía del Valle de los Caídos.